La propuesta presentada al concurso de 38 viviendas de protección oficial en el barrio de la Soledat de Palma se basa en dos principios: el bajo coste energético del proyecto y el buen aprovechamiento de los espacios.

El edificio se dispone en la parcela según sus características. Debido a la longitudinalidad, se adopta la tipología de pasarelas con acceso a las viviendas. Además, se aprovecha la cota del terreno preexistente, inferior a la calle y separada de esta por muros de contención, con un programa al aire libre: una pista deportiva y 38 plazas de garaje provisionales que, en un futuro, ampliarían la zona lúdica y de reunión. En la misma cota se reservan 76m² para trasteros comunes y registro de instalaciones.

Para ubicar estas zonas y reducir al mínimo el impacto en el suelo, el edificio se levanta. Su único contacto con él son los muros de carga y el acceso a las escaleras. Los muros, junto a los forjados, conforman un entramado estructural de elementos ligeros y prefabricados de madera laminada. Su montaje en seco reduce los gastos materiales, energéticos y temporales de la obra.

Unos pozos geotérmicos aprovechan el terreno para mantener la temperatura interior. La cubierta es vegetal y, más alla de reducir la radiación del sol y las emisiones del edificio, se usa como zona de cultivo.

La renovación del aire se produce naturalmente gracias a la orientación este-oeste y a la división en viviendas pasantes que facilitan la ventilación cruzada. Estructuralmente, cada crujía delimita dos viviendas por planta. Estas, a su vez, se distribuyen a través de cuatro franjas continuas en el sentido longitudinal del bloque. La fachada este contiene habitaciones de 10m². La segunda franja concentra cocinas y baños, además de instalaciones de aire en el falso techo. La tercera la forman las salas de estar. Se abren hacia la última franja, a oeste, correspondiente a las zonas de paso comunes y terrazas de cada vivienda. El espacio semiexterior queda acotado entre el límite del recinto privado y una envolvente de persianas, convirtiéndose en un filtro que permite al interior extenderse hacia el patio manteniendo la privacidad.

Todos los materiales son reutilizados o reciclables. La madera de los forjados se ve en los techos, exceptuando cocinas y baños. También se usa la madera como acabado de la pasarela exterior y los tabiques interiores, en este caso pintada de blanco. Los suelos interiores son cerámicos. En cuando a la fachada, se reviste con un mortero hidrófugo formado por una mezcla de silicatos y áridos reciclados. Las piedras retiradas durante la obra se usan en los muros del solar. El pavimento es de tierra compactada con piedras de marés incrustadas.

Localización:

Palma, Mallorca

Superfície:

2.588 m2 construidos.

Cliente:

IBAVI.

Concurso de ideas para un anteproyecto de 36 viviendas de Protección Pública.

Colaboradores:

Morera Estudio

Co-autor

Período:

2020 (No realizado).

Fotografía:

Nøra Studio.